lunes, 15 de diciembre de 2008

VILLANCICOS POPULARES

ORIGEN DE LOS VILLANCICOS Y UN POCO DE HISTORIA
En estas fechas en las que se respira un aire navideño por doquier resurge como cada año un tipo de música que recibe el nombre de “villancico”. Sin embargo, pocas son las personas que conocen el origen de estas melodías que, año tras año, llegan a nuestros oídos en tan entrañables fechas.
El villancico es una de las manifestaciones más antiguas de la lírica popular castellana que en sus orígenes consistía en una breve canción estrófica con estribillo que solía tener el esquema aBccaB. Su melodía principal se hallaba en la voz superior y normalmente estaba destinado a ser ejecutado por un solista al que le acompañaban dos o tres instrumentos.
Esta denominación apareció en el siglo XV. Juan del Encina a finales del siglo XV fue el autor más representativo de este género, en sus composiciones utilizaba el tiempo binario y para aquellas obras que tenían una temática popular el ternario. El villancico en esta época ya consistía en una forma musical y poética que alternaba coplas con estribillo.

Hacia el siglo XVI debido a que las autoridades eclesiásticas empiezan a considerar la conveniencia de introducir en la liturgia composiciones en castellano como una forma de acercar al pueblo a los misterios de la Fe católica, el villancico poco a poco va cambiando su temática sobre el amor cortés para ir centrándose en temas de tipo religioso. De esta manera en los albores del siglo XVII se empieza a utilizar en los responsorios de maitines de las principales fiestas litúrgicas como la Navidad. Así los villancicos se convertirán además de en un obligado ejercicio para acceder al magisterio de capilla, en una de las principales obligaciones compositivas del maestro de capilla para las principales fiestas del calendario litúrgico.
Durante el siglo XVII la interpretación de villancicos se hace cada vez más frecuente a pesar de las prohibiciones por parte de las instituciones conservadoras. Los villancicos de este siglo nos han llegado en manuscritos de borrador y en hojas sueltas para cada voz dejando de lado la escritura de facistol para este tipo de género.


Los villancicos del siglo XVIII seguirán teniendo las características populares del siglo anterior que se irán fundiendo con las características musicales de este siglo, situación que provocó que los villancicos se utilizasen en contextos litúrgicos pero esta vez con fines didácticos. Poco a poco se van introduciendo elementos teatrales en las iglesias buscando provocar en el pueblo afectos muy diferentes a la contemplación divina que se conseguía con el viejo estilo polifónico. Compositores importantes de este periodo han sido el padre Antonio Soler, Antonio de Literes y José de Torres. Estas influencias italianizantes provocaron que el villancico fuera definitivamente proscrito de la liturgia a finales de este siglo XVIII, de tal manera que en el siglo XIX los villancicos habían desaparecido de la liturgia siendo sustituidos por los tradicionales responsorios gregorianos. Así todo el patrimonio de villancicos quedó en el mejor de los casos almacenado en los archivos catedralicios, gran parte del cual aún está por publicar



Hoy en día al referirnos a la palabra “villancico” hacemos referencia a la canción de navidad que tiene sus orígenes en distintas culturas populares de cualquier nacionalidad. El villancico que estamos acostumbrados a oír en estas fechas tiene una estructura melódica y armónica sencilla y normalmente suele estar interpretado en las voces por coros de niños / as, suelen tener melodías facilonas y poco elaboradas armónicamente. Actualmente el uso del villancico está ligado al fomento del consumismo típico de estas fechas, prueba de ello es que la publicidad utiliza la música de los villancicos a finales del mes de noviembre, con lo cual se amplía el periodo navideño de forma considerable con el objeto de fomentar aún más el consumo en estas fechas.